Una de las directoras a seguir en el panorama del nuevo cine latinoamericano.

Como en una obra de Chekhov, Rodriguez infunde momentos triviales con un sobrecogimiento inesperado.

La escritura de Lina Rodríguez es muy precisa y nunca da paso al pathos; encadena escenas que sirven de antídotos a la explosión de la pena, hasta la última imagen.

Mañana a esta hora es una película sobre la sensación de los espacios personales de los personajes, y sobre cómo el fugaz presente habita estos espacios y los convierte en recuerdos casi instantáneamente.

Alejada de dramatismos impostados, de estructuras tendentes a reblandecer corazones propensos a la empatía emocional inmediata a base de golpes de efecto. Honesta, sencilla y directa, la oferta de la directora colombiana es precisa.

La sección Cineastas del Presente de Locarno presenta 13 premieres mundiales, incluyendo“Mañana a esta hora,” la segunda película de la realizadora Colombiana/Canadiense Lina Rodriguez.

La sección Cineastas del Presente de Locarno contará con la premiere mundial de Mañana a Esta Hora de la realizadora Colombiana/Canadiense Lina Rodriguez.

Con un lenguaje sutil y arriesgado, Lina Rodríguez trae su primer largometraje a las salas de Cine Tonalá.

La película en sí es una búsqueda personal, y evita tomar el camino más fácil rehusándose a mostrar lo que popularmente se define como ” sexy”.

Inspirada en parte por el trabajo de John Cassavetes, la película es a la vez un estudio intrigante de cine-vérité y un drama de la llegada a la adultez.

Narrado en escenas episódicas y a menudo usando planos-secuencia, las experiencias de Alejandra son menos una cadena causal y más una coección atemoral de variaciones sobre un mismo tema.

Con encuadres estrechos y ritmos desorientantes, Rodríguez y su talentosa estrella infunden cada escena con una intensidad naturalista y un soplo de misterio.

En Señoritas, la forma de la vida de Alejandra se encuentra en la yuxtaposición de momentos (en una escena se masturba al mediodía, y en la siguiente, corta melón en la cocina con su madre). Llámemoslo un retrato a través de exposición acumulada.

La conexión personal de Lina brilla a través de toda su película, y sus habilidades detrás de la cámara la establecen como un talento emergente que dará mucho de que hablar en los próximos años.

Esto es exactamente lo que hace a SENORITAS tan fascinante y es la razón por la cual Lina es una realizadora a quien hay que observar a medida que su carrera sigue progresando en los próximos años.

De cierta forma , el trabajo de Rodriguez puede ser un contrapunto interesantea a la película Boyhood de Richard Linklater , una película que también encuentra profundidad y significado en momentos a veces fugaces y aparentemente insignificantes.

Una historia no tradicional sobre la llegada a la adultez que se centra más en la rica experiencia sensorial de su protagonista con el mundo que en un momento de desarrollo personal específico.

La primera película de la directora Canadiense Lina Rodriguez —no es una película impulsada por una historia. Es más bien una película que toma la temperatura de lo que es ser una joven adolescente creciendo en una ciudad próspera (en este caso Bogotá, Colombia) quien se va abriendo su propio camino.

La historia que explora la sexualidad, el deseo y la identidad de Alejandra se proyectará en el ciclo de verano de TIFF Bell Lightbox

Entre fragmentos de un cotidiano, situaciones se consumen en sí mismas, sobreviviendo lo suficiente, como para que un rostro también lo haga en la superficie de la imagen. Rostro que es solo punto de anclaje en y de la imagen, pues recordemos que intentar buscar algo detrás de un rostro, es lo mismo que intentar buscar algo detrás de un fotograma. Bergman, ya nos mostró las consecuencias de ello en Persona, la imagen del rostro y del celuloide empiezan a arder.

Esta es una de las operas primas más emocionantes, pues los cortometrajes experimentales que he visto de Rodriguez son realmente increíbles.

Señoritas se presenta el Martes 22 de Abril y el Jueves 24 de Abril, 2013 como parte del ciclo “Directoras latinoamericanas”, organizado por la Fundación SGAE en la Sala Berlanga.

La realizadora colombiana conversa acerca de su filme Señoritas, en competencia en la categoría de Opera Prima en el 35 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.

Señoritas invitada a participar en la prestigiosa sección Opera Prima durante el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano en La Habana, Cuba.

Señoritas invitada a la Sección Panorama durante el Trinidad+Tobago Film Festival 2013

Éstos son sus pensamientos sobre su primer largometraje, el trabajo con su madre como actriz, y las “Girls” de Lena Dunham

Este largometraje Colombo/Canadiense es menos acerca de varias “chicas” en plural y más acerca de una chica.

La película de Lina es importante para una industria efervescente como la nuestra”, dijo Orlando Mora , jefe de programación del FICCI . “Ha habido una tendencia reciente en el cine Colombiano que ha permitido ver presupuestos inflados, lo cual hace muy difícil poder recuperar la inversión hecha en esas películas. Una película como Señoritas nos muestra un enfoque diferente para la realización cinematográfica tanto a un nivel estético como comercial.”

Con algo de la experimentalidad del mejor Gus Van Sant y del cine de John Cassavetes,(Señoritas) describe las experiencias íntimas de Alejandra, una joven bogotana, en las relaciones con su sobreprotectora y simpática madre, con sus amigas y con sus ocasionales parejas.

Película urbana, actual, versión en extremo indie de esos mundos que vemos en series como GIRLS o en cierto cine independiente americano, SEÑORITAS es una película extraordinaria y sorprende.

La película, cuidadosamente elaborada, sin duda se siente como algo completamente nuevo en el cine colombiano.

Con audacia, Lina Rodriguez se esmeró por hacer de sus personajes lo más relevante.

En Protocolo de Lina Rodríguez, un ejercicio de 75 segundos de caracter histórico- materialista, el aleteo de la sombra de una bandera contra los muros monumentales del Castillo de San Felipe de Barajas en Cartagena viene a significar la ausencia del poder que dicha estructura ha de consagrar a raíz de su contrucción.